El capital circulante es un indicador que permite a una empresa saber si podrá disponer de dinero en caso de necesitarlo

Capital circulante, la fórmula de las empresas resilientes

08 ene 2024

Existen métricas que permiten anticipar si las compañías podrán hacer frente a recesiones o acontecimientos inesperados. Una de ellas es el capital circulante. Un negocio que mantenga esta métrica positiva tiene mayores posibilidades de resistir a retos financieros y más flexibilidad para invertir en su propio crecimiento. Pero, ¿en qué consiste este término contable?, ¿qué se entiende por circulante?

¿Qué es el capital circulante?

El capital circulante, también conocido como fondo de maniobra, es un indicador clave que denota si una empresa podrá disponer de dinero en caso de necesitarlo.

Esta métrica financiera es la diferencia entre los activos y pasivos de un negocio, y la componen todos los activos susceptibles de convertirse en líquidos en un plazo inferior a un año. Puede tratarse de materias primas, productos terminados, derechos o cualquier otro elemento que pueda venderse para contar con un fondo de maniobra positivo. Así, la compañía podrá afrontar pagos a proveedores o impuestos si la situación lo requiere.

Este capital se utiliza para cubrir gastos de operaciones habituales de la empresa, pagar créditos a corto plazo, deudas que no hayan sido saldadas por los clientes, o cualquier otro imprevisto que deba solventarse.

¿Cómo se calcula? Fórmula del capital circulante

El capital circulante consiste en la diferencia entre los activos corrientes y los pasivos corrientes de un negocio. Los primeros son todo lo que se puede convertir en efectivo en el plazo de un año, mientras que los segundos constituyen aquello que vence en los próximos doce meses.

Capital circulante = activos corrientes - pasivos corrientes

 

El capital circulante no debe confundirse con el capital fijo, aquel que no puede convertirse fácilmente en efectivo y se prevé que dé servicio a la compañía a largo plazo porque es necesario para su producción. Algunos ejemplos son los bienes raíces, los edificios y otros tangibles, pero también activos intangibles como patentes o marcas comerciales.

Otra forma de calcular el fondo de maniobra es calcular la diferencia entre los capitales permanentes, es decir, los recursos financieros propios más los créditos a largo plazo, y el activo no corriente de la empresa.

Las materias primas y los productos elaborados son algunos de los activos que conforman el capital circulante
Las materias primas y los productos elaborados son algunos de los activos que conforman el capital circulante

Ejemplo de capital circulante

Para conocer el capital circulante no hay que fijarse únicamente en el saldo de las cuentas. Además de atender a la tesorería y a los bancos, hay que prestar atención al inventario de seguridad de las materias primas, los productos que ya han sido elaborados por la empresa, las inversiones financieras con un plazo de vencimiento inferior a un año y las deudas pendientes de cobro.

Por ejemplo, si un fabricante posee activos —efectivo, inventario y materias primas— por valor de 200.000 euros, pero les resta unos pasivos —sueldos, impuestos, deudas del año, facturas— por valor de 90.000, su capital circulante será de 110.000 euros.

¿Para qué sirve conocer el capital circulante?

Gestionar correctamente el capital circulante ayuda a la salud financiera de las empresas. Algunos puntos determinantes para mantenerlo en positivo son controlar las existencias del depósito para lo que puede ser útil un programa de gestión de depósitos, y no desatender el saldo de los clientes. Asimismo, cobrar los importes pendientes de pago cuanto antes incrementa la solvencia.

El capital circulante es fundamental para un buen funcionamiento de la cadena de suministro, ya que afecta a la capacidad de adquisición, la relación con proveedores y la continuidad operativa. Este puede ser positivo o negativo:

  • Fondo de maniobra positivo. Si el activo corriente es mayor que el pasivo corriente, la empresa podrá abonar sus deudas a corto plazo.
  • Fondo de maniobra negativo. Si los pasivos corrientes superan a los activos corrientes, faltará liquidez y es posible que haya dificultades para encarar las deudas.

Contar con un fondo de maniobra positivo presenta otras ventajas. Así, puede hacer que sea más fácil obtener un crédito, pues es signo de que, seguramente, su importe podrá ser devuelto.

Analizar y optimizar la gestión del inventario ayuda a aumentar el fondo de maniobra
Analizar y optimizar la gestión del inventario ayuda a aumentar el fondo de maniobra

10 formas de aumentar el capital circulante

Hacer crecer el capital circulante es una buena estrategia en los casos en que se acerca un periodo de menores ventas o se hace necesario cubrir los gastos relacionados con un proyecto. Estos esfuerzos pasan por multiplicar los activos corrientes o reducir los pasivos corrientes, y hay distintas maneras de hacerlo:

  1. Asumir deudas a largo plazo. Permite acrecentar los activos corrientes sin incrementar demasiado los pasivos.
  2. Refinanciar las deudas de corto a largo plazo. Si las deudas ya no vencen dentro de un año, los pasivos corrientes serán menores.
  3. Vender activos ilíquidos. La liquidez de los activos depende de la rapidez en la que pueden convertirse en dinero. Un activo ilíquido puede ser un inmueble o la participación en una compañía. Si se venden, el capital circulante aumenta.
  4. Analizar y reducir gastos en la cadena de suministro. Es recomendable recabar información mediante indicadores logísticos para detectar áreas de mejora.
  5. Analizar y optimizar la gestión del inventario. Un sistema de gestión de depósitos como Easy WMS posibilita llevar un control exhaustivo de las existencias.
  6. Automatizar las cuentas y hacer seguimiento de pagos. Es otro método para aumentar el flujo de caja.
  7. Aprovechar el EOQ. Utilizar el modelo de Wilson es útil para conocer cuándo y en qué cantidad hay que encargar un producto a un proveedor para asegurar la disponibilidad.
  8. Relacionarse con proveedores y clientes. Alcanzar acuerdos también afecta al capital circulante, como  prolongar los plazos de pago a proveedores u ofrecer planes de pago a los consumidores.
  9. Revisar el nivel de servicio. Conservar grandes cantidades de artículos inmoviliza el capital circulante, por lo que un sobrestocaje a fin de satisfacer a los usuarios puede ser contraproducente para la empresa.
  10. Mejorar la planificación de la demanda. Contar con un sistema específico de demand planning como Easy WMS facilita el cálculo de qué almacenar para atender los próximos pedidos.

El capital circulante es un componente crucial para la estabilidad financiera de cualquier empresa. Su correcto manejo puede marcar la frontera entre el éxito y el fracaso empresarial. Al entender su importancia y aplicar estrategias efectivas para su gestión, las organizaciones pueden garantizar una posición sólida en el mercado.

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