AMR vs. AGV: ¿en qué se diferencian y cuál es mejor?
Apostar por sistemas de transporte automático de mercadería, como los AGV (Automatic Guided Vehicles) o los AMR (robots móviles autónomos), es una forma muy eficiente de conectar diferentes zonas de un depósito, centro logístico o de producción. Al igual que los transportadores automáticos, se emplean en entornos con un flujo de materiales continuo y repetitivo, por lo que ahorran tiempo, aumentan la productividad y reducen los accidentes.
Los AGV, vehículos automatizados que se mueven de manera guiada, han dominado el mercado en las últimas décadas. No obstante, en los últimos años, les ha salido un fuerte competidor: los AMR, también conocidos como robots autónomos inteligentes, que se mueven y trabajan sin rutas prefijadas.
Pero, ¿qué diferencias existen entre ambos sistemas de transporte automático? Lo analizamos en este artículo.
Sistema de navegación: guiado vs. autónomo
La principal diferencia entre los AMR y los AGV radica en el sistema de navegación que emplean. Mientras los AGV se mueven siguiendo una ruta predefinida, los robots autónomos AMR adaptan su recorrido según la información que reciben del entorno en tiempo real.
De ese modo y de la mano de tecnologías como la inteligencia artificial, los AMR pueden configurar su recorrido por el depósito mediante planos, sin necesidad de guías, cables ni bandas magnéticas. De ahí que los AMR reciban el calificativo de autónomos.
Por su parte, los AGV poseen una inteligencia mínima integrada y se mueven de manera guiada a través de un circuito cerrado, obedeciendo a instrucciones de programación simples.
Adaptabilidad: circuito cerrado vs. circuito libre
Los AGV, al moverse a través de un circuito cerrado, son altamente eficaces a la hora de desplazarse por un recorrido que ha sido definido con anterioridad y que no debe ser modificado. Eso provoca que cuando se encuentran con un objeto que estorba su movimiento, como una caja o un pallet, se detengan de inmediato para evitar una colisión y queden a la espera de que este sea retirado.
En cambio, los AMR, al utilizar la inteligencia artificial y disponer de cámaras, sensores y escáneres láser integrados, son capaces de crear un trayecto alternativo en el caso de toparse con algún objeto.
Ambos sistemas son altamente seguros gracias a los numerosos dispositivos y complementos de seguridad con los que cuentan, como sensores láser, cámaras, protecciones, etc.
Velocidad y capacidad de carga: mercadería pesada vs. ligera
Ambos sistemas de transporte automáticos se pueden personalizar a fin de adaptarse a las necesidades de cada cliente. Por lo general, podemos encontrar AMR con capacidades de entre 100 y 2.000 kg y AGV que pueden transportar hasta 5.000 kg.
En cuanto a la velocidad de movimiento, ocurre más o menos lo mismo. Las prestaciones que ofrecen hoy en día ambos sistemas de transporte son muy parecidas. La velocidad está también sujeta a las necesidades, a la carga y al espacio por el que se mueven los vehículos.
Otros sistemas de transporte automático
Además de los AMR y los AGV, en el mercado existen otros dos sistemas de transporte automático de mercadería muy recurrentes en los depósitos con un elevado grado de robotización y de movimientos de mercadería:
- Transportadores. Los transportadores se componen de una batería de rodillos que soportan la carga y la impulsan a lo largo de un circuito. El sistema cuenta con motores eléctricos que mueven las unidades de carga de forma controlada y segura.
- Electrovías. Sistema compuesto por carros automáticos, que presenta dos modalidades: las aéreas y las de suelo. Se desplazan por un raíl electrificado.
Ambos sistemas de transporte automático pueden integrarse con diversos elementos (transportadores de rodillos, de cadenas, giratorios, elevadores, etc.) que se combinan o acoplan a distintas zonas del depósito, según las necesidades de manipulación de la carga.
AGV y AMR: ¿cuál es mejor?
Con todo ello, los factores que realmente determinan qué sistema de transporte automático es mejor tienen que ver con el objetivo, el ámbito de aplicación y la planificación logística de la compañía. Cada uno posee sus puntos fuertes y débiles, por lo que en función de la aplicación o del entorno, uno de ellos será el más indicado.
En otras palabras, si el proyecto requiere largos trayectos, con varios recorridos que no siempre siguen un mismo patrón o el centro está lleno de obstáculos, los AMR son más convenientes. Como ejemplo, Mecalux ha equipado recientemente el nuevo depósito de Normagrup, líder español en el mercado del alumbrado de emergencia, con un depósito automático de cajas comunicado con las líneas de producción mediante cuatro vehículos autónomos inteligentes. Cada vez que se termina el montaje de un kit, Easy WMS de Mecalux lo notifica al software que dirige los AMR para que un vehículo vaya a recogerlo y lo lleve a la línea de producción que lo precise.
En lo que concierne a los AGV, resultan ideales a la hora de recorrer largas distancias exentas de obstáculos, definidas con anterioridad y que no tienen la previsión de ser modificadas. Este es el caso del proyecto ejecutado por Mecalux para el fabricante de papel francés Clairefontaine, en el que se ha abierto un pasillo en uno de los laterales del depósito para que únicamente puedan circular las máquinas AGV que trasladan la mercadería desde el centro de producción hasta el depósito.
En el caso de los transportadores, son realmente útiles para cubrir largas distancias si bien ocupan un espacio fijo. Esto se ejemplifica en el depósito de Venis (Grupo Porcelanosa) construido por Mecalux, donde se ha habilitado un túnel subterráneo equipado con transportadores de rodillos que recorren un kilómetro de distancia para comunicar el depósito con la planta de fabricación.
En relación a las electrovías, se aconsejan cuando se requiere algo más de agilidad, como ocurre en el depósito de zumos de Sokpol en Polonia, conectado con el centro de producción mediante un circuito de electrovías. Este sistema de transporte alcanza los 100 m/min y garantiza un flujo constante de mercadería.
Un sistema de transporte automático para cada necesidad
Todos los sistemas de transporte automático plantean una serie de ventajas e inconvenientes que debes tener en cuenta a la hora de poner en marcha cualquier instalación logística. Los AGV te ayudarán a dinamizar el transporte interno entre zonas donde el recorrido esté libre de obstáculos, mientras que los AMR serán altamente eficientes al conectar zonas donde el tráfico sea más complejo y el recorrido, cambiante.
Si te estás planteando automatizar el movimiento de mercaderías en tu depósito, lo más recomendable es solicitar el asesoramiento de un proveedor integral como Mecalux, con una amplia experiencia en el diseño, fabricación e instalación de todo tipo de soluciones intralogísticas. Disponemos de una variada gama AMR capaz de cubrir distintas necesidades: desde el transporte unitario de cajas, así como el desplazamiento de estanterías picking o el movimiento de pallets. Contacta con nosotros sin compromiso para conocer más sobre nuestras soluciones de automatización.